martes, 15 de junio de 2010

Entrevista a: Víctor Samuel Rivera


ENTREVISTA A:
VÍCTOR SAMUEL RIVERA

“La filosofía es una actividad que está reservada al especialista”







1.-Profesor Víctor Samuel Rivera, para comenzar, quisiera que nos de ciertos datos autobiográficos que Ud. considere que las personas deberían conocer antes de empezar con la entrevista.

Soy un hombre bastante reservado con mi vida íntima, de la que hablo poco. Tengo estupendos amigos, aunque sólo tres de mis verdaderos amigos son filósofos. Dios me ha regalado en compensación con maravillosas amistades, dentro y fuera del Perú. Amo profundamente las cosas que hago y me entrego por completo a lo que me apasiona. ¿Qué más puedo decirle? Bene vixit bene qui latuit.


2.- ¿En qué etapa de su vida desarrolla su vocación por la filosofía?

Ingresé a la Pontificia Universidad Católica en la década de 1980. No tenía intención de estudiar filosofía, pero mis clases en el Bachillerato de Estudios Generales, en particular mis clases de ética, me hicieron experimentar lo maravilloso que es pensar. Luego, muchos años fui mero profesor pensando, de mí mismo, que no era posible la filosofía en serio. Un par de años de inopia y de sufrimiento fueron determinantes en la clase de persona que soy ahora. Hoy la filosofía lo es todo para mí.


3.- En la actualidad el hombre, nos referimos al hombre posmoderno con sus cambios o permanencias hacia el mundo, y que intenta comunicarse con sus otros, ¿a qué postura filosófica cree que pertenece?, o en todo caso, ¿qué carga filosófica tiene su actitud?

Los seres humanos tienen presupuestos filosóficos, acerca de la naturaleza de las cosas, muchos de los cuales los hemos creado los filósofos mismos. Es evidente que los seres humanos comunes son consumidores de ideas que no producen. Es un mito, posiblemente el más terrible de los tiempos modernos, creer que las personas ordinarias son productoras de conceptos. Que las personas dialogan, se expresan e intercambian opiniones consensuadas. En la realidad, tras el “consenso” hay fuerzas propias de la dinámica moderna y la tecnología, fuerzas ciegas que están llevando al hombre y a la Tierra a su fin aceleradamente. Creo que la filosofía es la gran responsable de los males actuales y es una auténtica tragedia que así sea, pues es gracias a ella que somos conscientes del inmenso mal que el hombre se hace a sí mismo, pero de nada sirve por sí sola para solucionar nada.


4.- Según las dos tendencias filosóficas actuales, como lo son la hermenéutica y la analítica; ¿cómo observa la filosofía en el mundo?

No deseo declarar nada incómodo sobre la filosofía analítica.


5.- En el sentido que le da Ud. a su difusión filosófica, la filosofía, ya sea como un producto racional discursivo o en todo caso como intuición de la vida, puede ser orientada o aplicada hacia determinados fines, pero verdaderamente, ¿dónde es que la filosofía adquiere su sentido? ¿dónde o con quiénes debería estar ubicada: en un círculo cerrado como élite, o en los grupos sociales que conforma el pueblo?

La filosofía es una actividad que está reservada al especialista. Sus consecuencias quedan fuera de toda responsabilidad. Cuando uno está enfermo va al médico. Sería terrible que cualquiera fungiera de médico, ¿no le parece? Darle su salud a un carpintero, a un comité democrático de opinadores razonables; eso no parece muy sensato.


6.- De forma ajena a las diferentes perspectivas de cada filósofo, ¿cuáles considera Ud. deben ser los autores esenciales o básicos para el estudio de la filosofía?

Hay que tener deseo por conocer la verdad. La verdad es un valor moral para un filósofo. El que antepone cualquier cosa a la verdad debe dedicarse a ser abogado.


7.- ¿qué nos puede decir respecto al blog de filosofía “Anamnesis”, como proyecto personal de filosofía?

Desde el punto de vista anecdótico, fue una sugerencia de dos amigos muy diferentes. Uno fue Antonio Fortunic, cineasta y crítico de cine, que me pintaba la idea como una manera de compartir mi “vida mental”, hacer un “borrador en público de las revoluciones de mi mente”, como me dijo hace tres años. Otro fue mi buen amigo David Villena, uno de mis mejores amigos filósofos, un joven entusiasta que pensaba que era bueno para mí dar a conocer los procesos de mi trabajo intelectual en diálogo con el resto de la comunidad académica virtual. También acuso recibo del estímulo de Miguel Ángel Quintana Paz, filósofo español que entonces trabajaba en la ciudad de Salamanca (España). Gianni Vattimo fue uno de mis primeros lectores, aunque no es un fan de la interpretación que he hecho de sus ideas precisamente.

Anamnesis quiso ser la filosofía de la actualidad, el pensar la actualidad, las cosas que suceden, desde el fondo del recuerdo, que en la hermenéutica filosófica significa pensar desde la verdad. Lo actual, lo presente, es real sólo cuando se comprende su verdad, cuando es pensado desde su procedencia. Es lo contrario del programa epistemológico del liberalismo y el pensamiento único, que ve las cosas como si el tiempo y el origen no fueran relevantes en la comprensión de las cosas humanas. Es al revés: tal vez lo único importante es lo que tiene origen.


8.- ¿Qué comentarios nos podría alcanzar sobre el desarrollo que se da en la carrera de Filosofía en la Villarreal, y también acerca del blog de filosofía “Bosque de la reflexión” del cual Ud. fue impulsor?

Buena parte de los asuntos universitarios son de índole administrativa, y escapan de mi capacidad de opinar y actuar. Debo decirle que el clima de la enseñanza de la filosofía en la Universidad Nacional Federico Villarreal es de una gran libertad. Es lo que más aprecio de la Escuela de Filosofía. Soy libre y respetado tanto por mis colegas como por mis superiores administrativos y los alumnos.

El blog de los villarrealinos está hoy estancado, en gran medida a causa de la falta de iniciativa de los encargados. Está en sus manos corregir esa desidia.


9.- Con su madurez filosófica, con respecto a sus escritos e ideas, ¿se considera un autor logrado, o consumado? Y si no fuera así, ¿qué elementos o caminos cree que es necesario alcanzar?

Creo que el filósofo es sus obras. También la docencia, pero antes que nada sus obras. Sus obras pueden ser buenas o malas, originales o meramente reproductoras. Yo no puedo hablar de mis obras, pero conozco muy pocos en Perú que las hayan leído. Es anecdótico que mi blog y mis trabajos (sobre todo los pequeños) sean más exitosos entre los cientistas políticos que entre mis colegas, y más leídos y tomados en cuenta fuera del país que dentro. Es frecuente que sociólogos e ideólogos liberales y socialdemócratas hagan alusión a mis ideas sin mencionarme por mi nombre. Creo que es una manera de reconocimiento. Muchos cientistas políticos me conocen sólo por mis trabajos. Alumnos de universidades, donde estoy vetado de enseñar filosofía (y cualquier otra cosa), se comunican conmigo y me participan de inquietudes. Converso regularmente con gente de Colombia, España, Francia, Argentina, Chile, etc. Eso me hace feliz. No creo que sea un autor “logrado”, pero estoy contento con mi trabajo intelectual.




10.- Para terminar, ¿Qué opina del Perú y sus problemas coyunturales? (01)

Le dije que yo no estuve preparado académicamente para entender la realidad sino que a mi me educaron para ser un historiador de la filosofía y ser un profesor universitario, mas no me puedo quejar porque me educaron muy bien en la universidad. Pero se partía del presupuesto que la filosofía no tiene un vínculo directo con el mundo real ni con el mundo social. Los marxistas no creían eso pero justamente eran ellos los menos filósofos. Los filósofos verdaderamente profundos de la universidad, o los que eran más significativos para los alumnos, siempre consideraban que la academia filosófica era independiente de la realidad, de la realidad social.

Las circunstancias excepcionales me forzaron en un cierto periodo de mi vida al tener trabajos alternativos al de un filósofo, por ejemplo, trabajar en el periódico. Trabajé en dos periódicos, en el diario Expreso y en el diario La Razón. Eso está registrado y en el internet se puede verificar. Si no seguí siendo editor de Expreso es porque hubo interferencias políticas. Al verme yo en una situación extraordinaria en la que yo no podía trabajar para lo que había sido preparado, me vi forzado a trabajar en la prensa y en la prensa conocí al Perú verdaderamente, conocí como era el Perú de verdad. Recién conocí la redes de poder del Perú no socialmente sino en su actividad política misma, entonces es así que yo conozco a todos los dirigentes fujimoristas importantes en persona, he almorzado varias veces con Lourdes Flores, he conocido a varios ministros del Gobierno de Fujimori, del gobierno de Alan García y en consecuencia se bastante mas del Perú por contacto directo, solamente que mi visión que yo tenía de la realidad era sobre la base de mi aprendizaje filosófico y me di cuenta de que la filosofía exige una intensa responsabilidad social, que los filósofos de alguna manera son responsables de muchas de las cosas que le pasan a los seres humanos. Que no se trata solamente de pensar para ser dioses académicos sino también que se trata de ayudar al ser humano a salvarse. Justamente por eso, si usted busca en mi biografía se daría cuenta que sólo después de la vivencia profunda de la realidad peruana es que yo decido ser un filósofo de verdad, todo lo que produje antes del año 2000 son textos de historia de la filosofía, de los que se hacen miles en el mundo. Un artículo mío sobre Descartes, sobre algún segmento de su obra, se puede hacer 200 veces al año en el mundo. He tenido la suerte de que algunos de mis trabajos han sido considerados en Los Estudios sobre Descartes de Paris, que es el lugar donde se concentran los estudios cartesianos, pero si yo no hubiera conocido el Perú, eso es lo único que hubiese hecho en mi vida. Hubiera creído que la filosofía es eso. Gracias a que conozco el Perú es que creo que me convertí en un filósofo serio porque todo lo que hice antes del año 2000, aunque sea valioso académicamente, no es valioso en relación con el ser humano. El ser humano necesita alguien que se preocupe por su supervivencia, dignidad, honor y salud. Y eso lo tienen que hacer los filósofos realmente, pues ese no es el trabajo de los políticos, ni el trabajo de los empresarios, sino que es un trabajo exclusivo de los filósofos. Los filósofos, al ocuparnos de cosas históricas o de cosas académicas, nos hemos olvidado de aquello que nos es más exigido. Usted puede comprobar que mi experiencia humana ha determinado luego mi trabajo intelectual. Cuántos sociólogos de la Católica o de otras universidades no han conocido la realidad social verdaderamente. Yo la he conocido en sus extremos porque he pasado 18 meses de hambre a partir del año 2000, he recibido amenazas, pues he tenido que conocer a personas importantes, tanto bondadosos, como malvados y corruptos. He tenido que aprender de todos ellos algo en conjunto. Por eso mi traducción de la filosofía en términos de la hermenéutica no sería la misma si yo no hubiera conocido esa realidad del Perú y los primeros artículos que hice de filosofía estaban orientados para tratar de responderme a mi mismo porque el Perú es como es.

Es también completamente fortuito haber tenido contacto con Gianni Vattimo. Aunque yo para la época que conocí a Vattimo, que fue en el año 2006, consideraba que estaba haciendo grandes esfuerzos filosóficos. El contacto con esta persona que vive tan intensamente la filosofía me confirmó que estaba haciendo bien en dedicarme a ello. O sea el hecho de tener que ser yo auténtico con lo que yo pienso y con lo que yo expreso significa para mi una serie de problemas financieros y de otro tipo que tengo que afrontar, sobre todo problemas muy graves de interacción social, porque buena parte de la gente privilegiada, entre las que se cuentan mis amistades, dependen a su vez de instituciones universitarias que los presionan para que no tengan vínculo conmigo. Eso ha afectado mucho mi vida privada de una manera que es muy difícil de explicar públicamente. Pero el hecho de haber conocido a Gianni y ver lo mucho que él mismo ha sacrificado para ser auténtico como ser humano me sirvió a mí también de experiencia. A pesar de que él y yo en las cosas más básicas simplemente pensamos lo contrario, es decir, desde el punto de vista filosófico lo que yo pienso se parece a lo que piensa él, puesto que de alguna manera yo lo aprendí leyéndolo de sus libros .Pero mi punto de vista de la vida también tiene que ver con mi compromiso desde el punto de la vista trascendente, de lo que yo pienso que es la naturaleza humana y la trascendencia de lo que sucede en el tiempo. Ya en eso difiero profundamente de Gianni. A Gianni lo admiró mucho y gracias a él he tenido el ejemplo de la integridad que posiblemente él no sea muy coherente en su vida práctica, pero sí es íntegro en el sentido de que siempre hace algo que a él le parece que es verdadero y que está dispuesto a asumir las consecuencias porque él también tiene marginación, él también tiene maltrato, él también tiene postergación de otros colegas. Claro hay una diferencia notable porque él es un filósofo famoso y yo no, por lo tanto él gracias a su fama tiene muchos viajes, tiene muchas ventajas que yo no tengo y tiene mucho dinero que yo no poseo. Pero él también sufre mucho por ser auténtico, porque se que muchas cosas que él podría tener y a las que renuncia por tratar de ser quien es y eso me parece que es algo que es digno de ser mencionado.





NOTAS:

(01): Está última pregunta fue contestada en un encuentro personal que sostuvimos con el entrevistado (Nota del Comité Editorial).

2 comentarios:

Evohé dijo...

Creo que fue acertada entrevistar al profesor victor samuel rivera en el primer numero de la revista evohe,ya que a generado una expectativa muy grande para el proximo numero y la filosofia en estos claustros villarrealinos ....

Daniel Tacilla dijo...

Toda entrevista nos revela un asunto propio del autor, en este caso del filòsofo Vìctor Samuel Rivera, es por ello que esta entrevista tiene un caràcter especial, porque ademàs de ser un autor es un filòsofo, lo que nos da muchas espectativas a tener en sus detalles, pues los mèritos acompañan a un filòsofo. Pero luego, la cuestiòn en una entrevista està en que es acostumbrado que cuando un filòsofo escribe algùn ensayo o libro, casi siempre el significado que debe acompañar a lo escrito no lo hace con el que lo escribe, lo que resulta siendo una novela, o como muchos actuales sabrìan decir presipitadamente, un cuento, y la razòn es que se ha leido, se ha estudiado, y sobre todo, se ha memorizado tantas citas, tan sòlo para enbellecer aquello que se siente con un vacìo de alma, y còmo no va a tener alma las palabras si el uno mismo no asume su significado, si uno mismo sigue viendo la diferencia entre lo escrito y el que escribe, esta dualidad de personajes en lo leido es algo que se debe evitar, lo Propio es, que aquella escritura en nuestra presencia sea lo mismo que la conciencia hace, la psyque comprometida aùn fuera de sì misma.

Daniel Tacilla A.